viernes, 13 de mayo de 2022

 

“Kima Kima Kima, emborrachemonos juntos y vamos a soñar juntos”. Una mujer Embera le canta a su cónyuge 


 

Kima kima, es la unión de mundos, resignificar flores de borrachero y tabaco para llevarlas secas al altar, una instalación de fervor para acercarnos con alegría a los mundos con los que queremos trabajar, aquellos en armonía con la naturaleza, y cuyas ofrendas visuales son conjuros para unirnos con lo secretos de lo más que humano, sin perder de vista los eventos y complejidades de la historia colonial y las vulnerabilidades socio políticas del sur. 


Popularmente llamada borrachero, la  Ibuaka, ivaka, iuaka o iguaka,  es una de las plantas herbáceas que se extiende por todo Colombia, también se le conoce con otros nombres como: la trompeta de ángel, floripondio y Tijikí. Una planta que orbita en lo público y en lo privado, en calles y en algunos jardines internos, especialmente en Colombia fue profanada para usarse como alcaloide para desinhibir voluntades, la planta se mezclada con benzodiazepinas para crear la droga llamada burundanga

 

En los viajes al resguardo Embera en Risaralda, Colombia, se encuentra también la misma planta, cuyos usos son sagrados y muchas veces secretos de las comunidades que guardan estos conocimientos que nunca entenderemos. Los Jaibanas predicen que pueden “ver” mediante esa planta y establecer contacto con los espíritus, buscando causas de enfermedades o tratamientos posibles para curar, inclusive encontrar lo oculto o lo perdido, poniendo en fricción el futuro como una planta que, con su geometría, puede interactuar con el inframundo.

 

Esta tecnología no humana, es un conductor de mundos, un singular portal a través de una secuencia, usado en un ritual por los Jaibanás, se trabaja en un trance con el borrachero, en el que se emborrachan con etílicos y fermentos de chontaduro y maíz. Recientemente las bebidas tradicionales se han reemplazado por biche, una bebida destilada de la caña, un patrimonio que ha sido compartido por comunidades del pacifico mediante el uso del trapiche y la destilación del fermento con alambiques tradicionales. Emborracharse es también el trance del que se cura y hace curación, del que aprende de la planta. El Jaibaná siempre en unión con la compañera que aconseja, construye el altar con flores de borrachero y hoja biao blanco apuntando en simultáneo a la tierra y al altar. Esas palmas del iraca no solo tapizan sino ondulan y vibran constantemente en las manos del Jaibaná, entre ofrendas de frutas y dulces, rezos y delirios, existe espacio para el dibujo con tinta de jaiba, que marcan rayitas en la cara de todos en la ceremonia, como si fueran gatitos o miquitos, recordando que también es una forma de pedagogía transformadora, una secuencia de diseños y rezos sobre la fauna y flora. 

 

La artista transita la relación paradójica con la comunidad Embera. Representa una mediación que usa el diagrama de afectos en constante cambio que se posicionan como autora, artista y aliada que con su identidad Colombo Francesa ha enfrentado los mecanismos de control y gobernanza de esta comunidad, que dificulta el acceso a estas zonas. Parece un reto ayudar desde una micropolítica a la familia Embera sin que los gobernadores vean como un peligro a una mujer conviviendo con estos conocimientos, la única respuesta a esto es insistir en el deseo que motiva constituir nuevas relaciones de parentesco.

 

Un parentesco transformador de las maneras de relacionarnos con lo humano y lo no humano, una anarquía de relacionarse con lo Embera y la naturaleza como una urgencia, una alianza política por el cuidado que no solo afecta los resguardos, sino todas las ciudades del país donde conviven de manera precaria las comunidades desplazadas por la violencia, una donde los grupos armados y el frágil proceso de paz ha ocasionado fricciones que desarticulan todos los proyectos comunitarios para y de esta comunidad. La investigación usa la chakana como dispositivo de conocimiento, los siete colores usados por los pueblos andinos, un emblema de parentesco que hace magia y brujería, que trabaja el negativo con el mismo cuidado que un Jaibana, una dimensión mágica y análoga de la fotografía con flores y tabaco que conecta mundos, y fija el tiempo del mismo modo que el Jaibaná lo hace con sus cantos. 


Una cartografía de realidades vigentes articulando libros que acompañan el proyecto, son contradicciones de la historia hegemónica usada por la lengua Española, donde reiterativamente se niega todas las posibilidades de conocimientos y misterios subalternos; en palabras de Val Flores:  “Cuando solo se habla la lengua del Estado hay una domesticación de la imaginación”. Maria Amilbia con la inserción de dibujos en estos libros posiciona un gesto descolonial, que en unión con la voz del Jaibaná produce una rabia y magia, una que disipa y revive, que denuncia y desconoce, por no saber y por pensar, por llorar de emoción y por desear conmover vitalmente desde la poesía. 


Poderosa cura para dejarnos extrañar y volver a “ver”, con proyecciones de luz que se unen al altar y dan forma a esta unión de plantas e imágenes, rituales y afectos, hechiceras y hechizadas, aliadas y artistas en potencia creativa y producción de diferencia. Aquí se encuentra la característica de este proyecto, la unión de Karen y Maria Amilbia, que consiste en un devenir sensible de afectos en acciones, la danza con flores y espíritus para encontrar remedios, representar desde el cuerpo la epistemología de los lenguajes que nos vuelven frágiles y nos fuerzan a sentipensar enfrentando las fricciones de los secretos, esta vez con la misma flor que me cuida en la entrada de mi casa.







Pusiste una Chacana en mi corazón

Reconozco y agradesco

Generosidad endulzados de secretos

El tesoro dulce

Con el que puedo curarme y curar

Afinemos la brújula al sur

Visones de trabajo creativo

A ti

Solo respeto 

Mujer poderosa, madre y artista bruja

Autoridad para aprender 

Y mostrar el horizonte del amor

Un camino y un augurio

Una realidad que nos siga transformado

Con estas secuencias tan poderosas

Sin soles

Solo con la cruz del sur

Con fuego que nos enseña

En cada linea

Que no necesitamos mas

Porque tenemos luz

Sin espíritus etílicos

Danzando con fuerza para vivir

Mirando al cielo donde están todos

Atravesados por cuatro direcciones

Ahora, Ningún muerto nos detiene

Nuestra visión es real

La acompañan las plantas

El desierto del peyote

Que seca los sueños

Para comenzar a realizarlos

Aceptar el misterio y el secreto

Con amor y cuidado

Solo le decimos al cielo

Estamos aquí

Hacia el norte me muevo


No busco arraigarme 
siempre volveré al sur
En soles y lunas
Tu presencia afecto
Y un suspiro torpe
hacia la derecha y la izquierda
Imprime gratitud y cariño
Concilian un choque 
Como un  encuentro
De mudillos caprichosos
De perreo y dulces
Aceptando lo desconocido
Y así! Que el sentir nunca termine
Y que en abundancia 
El norte sólo sea otro suspiro de tiempo.


Fui cautivo en Marsella
En un hotel se estrellaron las miradas
Del más fuerte deseo
Y una ficción se empezó a dibujar
Tu y yo

Encontramos un hotel en Tocaima
Nos consumió el cuerpo
Otro hotel en la candelaria
Donde los Soles desbordaron la pasión
Y las lunas los sueños

En Bucaramanga y en hoteles siempre libres
Encandelillados por el brillo de los astros
Persiguiendo una ilusión
Te busque en la china y en la selva
Navegamos territorios
De identidades colectivas
Me adornaste con amuletos de coral
Y me sumergirte en los sueños de la serpiente trepando la montaña del Caribe

Vivimos juntos
Reímos en la cueva de la luz
Y en fervor
Nos cuidamos
Micos jugando con los dedos
Egoístas de la dicha

Te encontré en otro hotel
En París
Te encontré con tu doble identidad
De los mundos de Paulina y Karen
Cambios de mirada radical 
Con sus ficciones
Con  miradas distraídas por lo femenino
Con sueños y enredos
Con descuidos al amor por la dualidad
Sin riendas por la vida mundana
Persiguiendo la ilusión del no lugar

Aceptando las múltiples identidades 
Y Sin saber a donde va la vida
Guardo las memorias de sorpresas 
Que sobrepasan las falsas expectativas


Transformemos juntos
Sin aburrir la pasión 
Siempre en ficción
Cautivos
atrapados porque así lo decidimos
De una alianza sin títulos 
Sin  ser governarla para qué sea eterna
Siempre libre en su naturaleza creativa
Que continúe la elección de estar vivos
Buscándonos entre enredos
En hoteles surrealistas
Encontrándonos aquí y ahora 
Lo que puede ser
El sol de un amor
Tu y yo