martes, 3 de junio de 2008

Ultimamente asistiendo a conferencias he notado como el tono me imposibilita acercarme a los discursos, aveces la arrogancia o la rebeldía con que se dicen las cosas no funcionan, aveces siento que las personas violentan el lenguaje en la forma en que lo usan.  Partiendo de mi experiencia en talleres de arte, tengo que confesar me encanta la sección de discusión y señalamientos sobre los trabajos, no como una forma de hacer una critica absoluta sino buscar valorar y generar beneficios a los trabajos (aveces obras).  

     Pero para aproximarse a los trabajos del otro, inevitablemente hay que usar el lenguaje, y además, hay que tener estilo, hay que tener un tono, sencillamente para no caer en la imposibilidad de ser escuchado; no violentar el lenguaje  ya sea para evitar la desilusión sentimental, o para evitar inmortalizarse en el infierno al que toda víctima condena sus enemigos.

     ¡Claro!, aveces yo mismo he caigo en estas trampas del lenguaje, inclusive en estas secciones me he burlado y he ridiculizado usando el tono, también he caído en el factor común de usar palabras que ablandan el discurso. Un caso que me llamo la atención y encaja con lo que quiero decir, es cuando se utiliza la palabra "como", como por ejemplo:  es como formal,  como que no tiene punto,  este texto es como nada, etc. Quizás para evidenciar que  esa persona no esta 100% segura, y usa  una palabra sutil para tener una coartada y no ser radical,  porque  es muy diferente quitarla, solo habría que intentarlo a ver si se violenta algo

No hay comentarios: