martes, 11 de marzo de 2008

Quizá mañana se me algo mejor.

Buscaba algún interés leyendo algunos poemas,

la mayoría me aburría; todos hablaban de amor, 

de esperanza o desolación, de plenitud o soledad  y, 

finalmente, de amor. 

Luego de buscar encontré otros problemas en los poemas;

encontré unos que mi imaginación podía ilustrar con

dibujos y otros (¡no tan afortunados!) como  películas;

leí todos con cuidado para tener que leerlos  sólo una vez. 

Luego encontré otro; lo raro fue que lo leí varias veces, 

quizás “ya me sé el final” pensaba antes de leerlo 

y era verdad, me lo sabía, no era otro poema más, 

era un poema que conocía, pero  lo leí diferente,

me pareció horrible (y pensar que antes me gustaba). 

Lo leía y lo leí varias veces pero no había manera, 

cada vez que lo leía se hundía más. 


Pensé en por qué será. 


Una respuesta: mis intereses se ven influenciados por

los millones de eventos,  de circunstancias, de textos, 

de películas que en extensas jornadas los afectan, 

y que cambian, para bien o para mal, mi forma de creer,

 de ver, de leer. Pero releer es diferente, quizás no se 

repite la misma sensación, la misma impresión, 

pero si hay una escusa y es fijarme en nuevas cosas,

 en buscar nuevos juicios actuales. 


Bueno, una respuesta podría ser ésa,

pero como es natural hay muchas otras... 

No hay comentarios: